El polígono de la Zona Franca de Barcelona cuenta con 200.000 metros cuadrados de parcelas vacías por efecto de la crisis. No hace tantos años, en 2008, la plataforma tenía colgado el cartel de completo y había lista de espera para instalarse.
No obstante, la superficie desocupada es inferior al 4 por ciento de la extensión total del polígono, uno de los más grandes de España y situado estratégicamente entre el puerto y el aeropuerto.
Además de desarrollar su propia acción comercial, el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, que gestiona la plataforma, ha decidido ofertar el suelo a través de las principales inmobiliarias que operan en la ciudad para buscar nuevos inquilinos. De las 300 empresas ubicadas en el polígono, alrededor de una treintena son operadores logísticos, de transporte y transitarias.