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Valencia sortea el ‘efecto Hutchison’ y logra consolidar nuevos tráficos de MSC y Maersk

El inminente pacto de la estiba con un moderno convenio afianzará la operativa naviera con nuevas medidas de productividad y plena garantía de disponibilidad del personal.

El puerto de Valencia sortea el ‘efecto Hutchison’ y está logrando captar nuevos tráficos de contenedores. La rada mantiene una senda positiva de crecimiento en los últimos meses. Empresas y trabajadores están a punto de rubricar un pacto en la estiba para abaratar la operativa y poder afianzar la conectividad naviera de la dársena

El puerto de Valencia sigue sumando nuevos tráficos a tenor de los primeros datos estadísticos de 2013. Aunque la progresión es muy moderada, apenas se crece a un ritmo del 1 por ciento, la rada logra un afianzamiento de volúmenes con 372.000 TEUs mensuales de media, al 50 por ciento entre tránsito e importexport. El dato contrasta con las caídas de Algeciras y Barcelona.

Transitarios consultados destacan el fuerte aporte sobre las cifras import-export que está realizando la danesa Maersk y el mantenimiento de los servicios y tránsitos de la suiza MSC, que mantiene su primacia como gran operador del enclave. Estos medios matizan que Valencia no está sufriendo una pérdida de competitividad, “sobre todo por el hecho de que Madrid y la zona centro siga escogiendo a Valencia como puerto de salida para sus mercancías”.

Los datos confirman que el enclave valenciano está sorteando el ‘efecto Hutchison’, cerrando, al menos de momento, este problema. Y es que la incertidumbre sobre el devenir de los tráficos en Valencia era evidente en 2012. Por un lado, la problemática de dotar a la dársena de un convenio colectivo para el negocio de estiba era vital.

Empresas y sindicatos han venido manteniendo intensas reuniones en los últimos nueve meses para lograr un instrumento que abordará la productividad y la prestación de un servicio garantizado de disponibilidad de personal para las operativas, al tiempo que se mejoraba la prestación económica al millar y medio de estibadores. Al cierre de esta edición “el pacto de la estiba era inminente”, confirmaban fuentes de Coordinadora, con la firma de un convenio que vendrá a a afianzar la operativa naviera con medidas de productividad y plena garantía de disponibilidad de personal.

Por otro lado, la apertura de la terminal semiautomatizada de Hutchison en Barcelona era un riesgo evidente para una fuga de servicios. Cumplidos seis meses de su inauguración, las cifras indican que no hubo trasvase de carga desde Valencia. Todo lo contrario. El tráfico en Barcelona sigue en caída libre. Al cierre de 2012 el negocio del contendor cayó un 13 por ciento y en enero mantuvo idéntico descenso.

Y es que Barcelona pasó de manipular 196.000 TEUs en enero de 2011 a 125.000 en enero de 2013. Han desaparecido ingentes tráficos de tránsito, ya que hoy sólo mueve 28.000 TEUs al mes de tránsito, un 33 por ciento menos que hace un año. Medios empresariales apuntan que “sólo Gioia Tauro cogió algún contenedor de transbordo de Valencia” por el desvío de cuatro líneas.

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