El presidente de la dársena catalana reclama el mismo régimen de bonificaciones que el previsto para Algeciras, La Luz y Málaga.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Jordi Valls, se muestra contrario a que sólo las dársenas de la Bahía de Algeciras, La Luz y Málaga disfruten de un régimen especial de bonificaciones para el negocio del tránsito de contenedores, tal como está previsto en la reforma de la Ley de Puertos que se tramita en el Congreso
En declaraciones en exclusiva a TRANSPORTE XXI, Valls defendió que el citado estatus especial se tiene que extender también a puertos como el de Barcelona y Valencia, donde el tránsito internacional de contenedores es cada día un negocio más importante, porque “disponemos de margen económico para bajar las tarifas y captar nuevos tráficos en este nicho”. Hoy, el tránsito supone el 33,53 por ciento del negocio del contenedor en Barcelona, que movió 1,3 millones hasta septiembre, y el 50,02 por ciento en Valencia, que manipuló 2,7 millones de TEUs en los nueve primeros meses.
En el sistema portuario nacional, el transbordo ostenta el 54 por ciento del tráfico total de contenedores, que fue de 8,6 millones de TEUs hasta septiembre. Como se recordará, el acuerdo del pasado 8 de octubre entre PSOE y PP para la tramitación del proyecto de reforma de la Ley de Puertos contempla “el establecimiento de un régimen especial de coeficientes reductores (…) para los puertos sometidos a la competencia extracomunitaria y, particularmente, para las mercancías en tránsito”.
Este estatus especial tendrá como beneficiarios a los puertos de Algeciras y Málaga, donde el tránsito supone casi el 100 por ciento de su tráfico de contenedores (2,1 millones de TEUs para el primero y 184.000 TEUs para el segundo hasta septiembre), que además tienen a escasas millas la dura competencia de Tánger Med; y también a La Luz, donde el transbordo supone el 59 por ciento de un negocio de 745.000 TEUs en los nueve primeros meses. En este sentido, el presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona mostró su satisfacción porque “exista un acuerdo entre las dos formaciones políticas”, pero advirtió que “los consensos políticos son teóricos y estamos hablando de tasas”.
Cuestión de cash flow En su opinión, el acuerdo entre el PSOE y el PP “se ha de convertir en una estructura regulada, potente, clara y flexible. Y con esto hay que tener cuidado. La conversión del acuerdo en un régimen tarifario no es una cosa fácil y más en el sistema portuario, que ha tenido un desarrollo complejo y complicado”. Por otra parte, Valls entiende “perfectamente que pueda haber puertos que quieran transhipment, pero Barcelona también trabaja para mantener y crecer en este negocio.
Está claro que Barcelona y Valencia no pueden partir de posiciones distintas en el tránsito de contenedores frente a otras dársenas”, en clara referencia a que la Autoridad Portuaria que él preside no renuncia a disfrutar del citado régimen especial de bonificaciones. “En estos momentos, a pesar de la caída de tráfico motivada por la crisis, Barcelona es un puerto que está bien económicamente.
Esto quiere decir que tenemos margen para hacer reducciones tarifarias que nos permitan captar nuevas mercancías, que es lo que quiere todo el mundo”, añade. En concreto, Barcelona es el puerto español con más cash flow, 85 millones de euros en 2008, seguido de Valencia y Algeciras. En su opinión, “puede ser una paradoja que nosotros, que sí tenemos margen económico, no podamos hacer uso de ese cash flow, mientras que a otros puertos, que no disponen de ese margen económico, pero que quieren crecer para mejorar el mismo, se les dé ese estatus especial”.
“Nos podemos encontrar con que los puertos que no son rentables tengan la posibilidad de hacer una reducción de tarifas para conseguir más carga. Y, por el contrario, que no nos lo permitan a aquéllos que tenemos más carga y rentabilidad suficiente para soportar una reducción de las tarifas”, concluyó Valls.
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