La Autoridad Portuaria de Barcelona cerrará 2008 con un beneficio neto de 64,7 millones de euros, es decir, 9,1 millones menos que el que obtuvo en 2007, de acuerdo con las previsiones presentadas por Jordi Valls, presidente del puerto. Los ingresos ascenderán a 172,6 millones de euros, 11,7 millones más que en el ejercicio precedente y la partida de inversiones crecerá en 43,9 millones, hasta los 230,7.
El endeudamiento bancario alcanzará los 402 millones de euros, frente a los 383,6 de 2007. En la situación económica actual y con la competencia portuaria que se está dando en el Mediterráneo, Valls aseguró que “si antes venían los contenedores, ahora los tendremos que ir a buscar”. En los primeros ocho meses del año, Barcelona ha movido 1,81 millones de TEUs, un 4,59 por ciento más.