Asetrave, propietaria de la marca, se ve abocada a reestructurar la operativa de la red, que sólo se utiliza para salidas de Madrid.
Velasco Express de Barcelona ha dejado un agujero próximo a los 700.000 euros a Asetrave, propietaria de la marca Línea 10, que ha asestado un duro golpe a la red de paquetería, mercado muy castigado por la crisis. La primera medida adoptada ha sido la reestructuración de la operativa de la red, que sólo se usa para salidas de Madrid
La empresa Velasco Express de Barcelona ha dejado una deuda de entre 650.000 y 700.000 euros a la sociedad Asetrave, propietaria de la marca Línea 10, que ha asestado un duro golpe a la red de distribución de paquetería, un mercado muy castigado por la crisis. Así lo confirmó a este periódico el máximo responsable de la organización, Manuel Francisco Muñoz, que aseguró que “Línea 10 sigue existiendo”, aunque puntualizó que se ha llevado a cabo una “reestructuración de la operativa para poder digerir el agujero creado por la plaza de Barcelona”.
La primera medida que se ha adoptado ha sido la utilización de la red sólo para la salida de mercancías desde Madrid, sin viajes de retorno, con prácticamente los mismos corresponsales, a excepción de la empresa Velasco Express, a la que se ha sacado de la red tras detectarse los impagados. “Hemos parado la flota propia y contratamos transportistas autónomos”, explicó Muñoz. Así las cosas, el resto de miembros se han visto obligados a ir buscando acomodo en otras redes para asegurar la distribución de sus envíos.
Es el caso, entre otras, de la empresa gallega Gali Cargo, que ha cerrado un acuerdo con el grupo TXT, la alavesa Transportes de Mercancías del Norte, que está con Transabadell, o de la empresa sevillana RSG Pack, que se ha incorporado recientemente a la red de distribución del grupo Ramoneda. La idea del responsable de Línea 10, que aseguró no haber perdido ni un 2 por ciento de la producción, es poder reanudar la red en el plazo de uno o dos años con las mismas empresas y personas, que “han expresado su deseo de volver cuanto antes”, aunque reconoció que “será difícil romper los lazos que les unan a otras redes”, explicó Muñoz.
El agujero de Barcelona se detectó a mediados de mayo. Asetrave, la propietaria de la marca Línea 10, tras comprobar que no había posibilidad de pagar el vencimiento de dicho mes, que se sumaba al incumplimiento de abril, decidió sacar a Velasco Express de Barcelona de la red, según manifestó el máximo responsable de la organización, que se encuentra a la espera del cierre definitivo de los pagos de la plaza de Barcelona para poder conocer la cuantía final de la deuda. Este periódico ha intentado, sin éxito, ponerse en contacto con responsables de la empresa catalana para contrastar la información y conocer su versión de los hechos.
Este nuevo varapalo se produce con la crisis de fondo y en plena recomposición de la red de paquetería del grupo Línea 10 como consecuencia de la “salida traumática” el pasado año de Transportes Jumara, que cubría Valencia, y la marcha negociada de Transportes Opelbi, la plaza de Bilbao, y Transportes Lapuente, que daba servicio en Aragón, Tarragona, Soria y Castellón. Como ya adelantó este periódico, Valencia, que representaba entre el 15 y el 17 por ciento de las ventas de Línea 10 y constituía un “nudo estratégico” de la red de distribución, dejó la organización a finales de agosto de “forma unilateral” y vendió su fondo de comercio a CBL Logística.
El hueco dejado lo ocupó Transarbo, que logró taponar la herida abierta en el seno de la organización y recuperar, prácticamente, los niveles de producción que había a principios de 2010, según señalaron a este periódico fuentes de la organización. El caso de Transportes Opelbi, que vendió su negocio a la red de paquetería industrial Transabadell, y de Transportes Lapuente, que comenzó a colaborar a principios de este año con la red del grupo Ramoneda, fue bien diferente, aunque su salida también supuso un fuerte varapalo para el grupo de distribución Línea 10, añadieron las mismas fuentes.