La dársena gallega crece, impulsada por los automóviles, las frutas, la pesca congelada y los productos químicos, en un mes que no reflejó el impacto del coronavirus.
La Autoridad Portuaria de Vigo ha registrado un crecimiento del 12,35 por ciento en el tráfico de febrero, tras contabilizar un movimiento de 367.371 toneladas. Este alza refleja que los efectos de la crisis del coronavirus todavía no impactaron en la actividad en la dársena que gestiona Enrique López Veiga.
La mercancía general acaparó la actividad de la terminal gallega, con un volumen de 340.135 toneladas y una subida del 10,8 por ciento. La carga en contenedor sumó un total de 18.966 TEUs, un 7,4 por ciento más. Por su parte, el movimiento de graneles sólidos cayó un 2,3 por ciento en febrero, con respecto al mismo mes del año anterior, hasta las 19.549 toneladas.
Las principales cargas que impulsaron la actividad del puerto de Vigo en febrero fueron los automóviles, con 75.685 toneladas y un incremento del 28,74 por ciento; el tráfico hortofrutícola, con 13.088 toneladas que multiplican por ocho el volumen contabilizado en febrero del pasado año. La incorporación este año del nuevo servicio de CMA CGM para Fresh Del Monte explica este salto.
Otras mercancías que dinamizaron la terminal gallega fueron la pesca congelada, con 34.728 toneladas, un 13,5 por ciento más; los productos químicos, con 10.439 toneladas que casi doblan el registro de febrero de 2019; granitos y mármoles, con 17.127 toneladas y una subida del 28,8 por ciento; así como tara y equipamientos, con 44.379 toneladas y un alza del 6,7 por ciento. Aceites y grasas, alimentos y conservas también lograron destacados incrementos en febrero.
La Autoridad Portuaria que preside Enrique López Veiga registra un incremento del 7,8 por ciento en el tráfico acumulado hasta febrero, con 692.134 toneladas.