El puerto ingresará 15,8 millones de euros por la actividad de las concesiones otorgadas a Dragados Off-Shore, filial del grupo francés, para la construcción de plataformas de conversión eléctrica para parques eólicos marinos.
El grupo francés Vinci ha ganado terrenos en el puerto de Cádiz para impulsar su negocio industrial en la provincia. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria, que preside Teófila Martínez, ha otorgado cuatro concesiones a Dragados Off-Shore, filial de la gala, para la realización de actividades complementarias, consistente en el pre-montaje, zona de almacenamiento y acopio de materiales para la construcción de plataformas de conversión HDVC.
En concreto, Dragados Off-Shore dispondrá de 52.921 metros cuadrados en el muelle Oeste de la dársena de La Cabezuela, con concesiones entre 15 y 35 años, que le permitirán impulsar su negocio industrial en la provincia.
Las concesiones supondrán unos ingresos al puerto gaditano, por tasa de actividad e importes adicionales, de 15,8 millones de euros, lo que representa una importante inyección económica para las arcas del enclave.
La inversión en Cádiz de la francesa se completa con la ya anunciada en el puerto de Algeciras, donde logró una concesión de 40 hectáreas en la zona de Campamento, un espacio que dedicará a la construcción de plataformas de conversión eléctrica para parques eólicos marinos en el Mar del Norte, así como fabricación o montaje de otros elementos vinculados a la actividad eólica offshore.
En Algeciras, la compañía gestionará una superficie concesionada de 403.255 metros cuadrados por un plazo de 15 años, hasta el ejercicio 2040, un espacio que incluye el denominado Muelle Exterior de 263 metros de longitud que permitirá el embarque y desembarque de elementos.
Dragados Off-Shore es adjudicataria de ocho estructuras eólico-marinas que servirán para albergar una subestación eléctrica cuyo objetivo será transformar la energía eólica en eléctrica y enviarla a un centro terrestre para su distribución.
Estas plataformas convertidoras conectarán las estaciones en alta mar mediante corriente alterna generada por varios parques eólicos y la convertirán en corriente continua de alta tensión (HVDC) de 525 kV. Posteriormente, la energía se reconvierte en corriente alterna en estaciones terrestres situadas a 200 kilómetros de distancia