Los analistas discrepan: unos dicen que es un paso más en la fusión de Volkswagen con MAN y Scania, otros que es una operación financiera por la crisis del automóvil.
Muchos consideraban que la maniobra emprendida hace dos años por Volkswagen para integrar sus actividades de fabricación de vehículos industriales con las de Scania y MAN Nutzfahrzeuge, ambas controladas por VW, estaba poco menos que en vía muerta. Sin embargo, la operación ha experimentado un vuelco imprevisto
Y es que la compañía de Wolksburg venderá al grupo MAN AG, propietario de MAN Nutzfahrzeuge, su fábrica de camiones y autobuses en Resende (Brasil). El precio contable fijado para la transacción asciende a 1.175 millones de euros que será anotado en la contabilidad de ambas partes en el primer trimestre de 2009. El hecho de que, en lugar de integrar VW Nutzfahrzeuge de Brasil con MAN Nutzfahrzeuge, el grupo MAN AG vaya a crear una rama independiente de ésta con las actividades de Resende ha sido interpretado por algunos expertos como una renuncia a la vieja idea de una fusión a tres bandas que defendía Volkswagen.
Tanto la producción de vehículos comerciales ligeros como las gamas Crafter y Caddy de furgones y el recientemente presentado pick-up SAR, que se construirá en Argentina, no forman parte del acuerdo. Hakan Samuelsson, presidente ejecutivo del grupo MAN AG, ha dicho que la operación es una decisión estratégica ya que hace tiempo que MAN deseaba que sus camiones estuvieran presentes en ese mercado.
“Tenemos que crecer y Europa es un mercado con un potencial limitado en ese sentido”, señaló Samuelsson. Brasil es considerado un mercado crucial para los fabricantes de camiones y algunos de los rivales más directos de MAN, como son Volvo y Scania, hace ya tiempo que se establecieron en este mercado. De hecho, fuentes próximas al grupo de Munich manifestaron a TRANSPORTE XXI que MAN no podía permitir que la fábrica de Resende pasase a manos de Scania. Pese a un ligero frenazo en la expansión de la demanda en semanas recientes, las ventas brasileñas de camiones crecieron un 27,1 por ciento durante los once primeros meses de 2008 con relación al mismo período de 2007 y la producción aumentó un 26 por ciento.
Roberto Cortés, presidente ejecutivo de VW Nutzfahrzeuge en Brasil, cree que pese a todo, las ventas de sus cami ones crecerán un 15 por ciento en 2008, un ritmo mucho menor que el 30 por ciento de media de los últimos años. Para 2009, Cortés piensa que las dificultades crediticias mundiales no permitirán un aumento superior al 5 por ciento en las ventas de su compañía. La filial brasileña de VW exporta camiones a otros países de Suramérica y a Suráfrica.
Algunos analistas internacionales consideran que esta operación supone un nuevo paso en la fusión a tres bandas que Volkswagen pretendía con MAN y Scania, como es el caso de Sven Kreitmair, de UniCredit. Pero un grupo mucho más reducido de expertos considera que se trata de una operación completamente al margen de los planes que Volkswagen tenía inicialmente y obligada por la actual coyuntura financiera de la industria del automóvil, pues con la misma sólo se ha pretendido dar una inyección de fondos a esta última compañía.
De hecho, el propio Kreitmar admitía que MAN disfrutaba en estos momentos de una buena liquidez y un excelente flujo de caja que le permitirían financiar la operación sin ayudas externas. Y apenas una semana antes de conocerse la citada transacción, Volkswagen había pedido avales al gobierno alemán para refinanciar los préstamos de la compra de turismos, tratando de sacar partido del paquete de ayudas por valor de 500.000 millones de euros que el gobierno alemán acababa de anunciar para estabilizar el sector financiero.