Invertirá 41 millones de euros en concentrar la producción de Mack en una sola fábrica.
El grupo sueco Volvo se ha visto obligado a una reestructuración en el mercado norteamericano. El fabricante se gastará 41,3 millones de euros en el traslado de la sede central de Mack desde Allentown (Pennsylvania) a Greensboro, en Carolina del Norte, que es donde ya se encontraba la de Volvo Trucks de Norteamérica
No había que ser un lince para darse cuenta que, según le iban las cosas en el mercado norteamericano, el grupo sueco Volvo se vería abocado a una mayor integración de Mack y Volvo Trucks. La realidad se ha terminado imponiendo y Volvo AB ha anunciado que gastará 60 millones de dólares (unos 41,3 millones de euros) en el traslado de la sede central de Mack desde Allentown (Pennsylvania) a Greensboro, en Carolina del Norte, que es donde ya se encontraba la de Volvo Trucks de Norteamérica. Asimismo, la producción de los camiones Mack se concentrará en la planta de Macungie, también en el estado de Pennsylvania, abandonando las instalaciones que ocupaba en New River Valley, en Carolina del Norte.
De esta forma, cada marca fabricará sus camiones en una factoría independiente: Volvo en New River Valley y Mack en Macungie, donde hasta ahora sólo se construían los vehículos de obra y para recogida de basura. Además, se reajustará la actividad de distribución de recambios de ambas marcas. Volvo AB invertirá también otros 50 millones de dólares en una fábrica de bloques de motor en Hagerstown (Maryland) la cual vendrá a reforzar la actual capacidad productiva de motores del grupo, al tiempo que reducirá los costes logísticos y los derivados de la fluctuación de la paridad monetaria.
Esta última planta deberá entrar en funcionamiento a finales de 2010. El grupo sueco ofrecerá a los trabajadores afiliados al sindicato United Auto Workers la posibilidad de desplazarse a los nuevos centros de producción si desean seguir trabajando con el grupo. La reestructuración norteamericana se anunció dos semanas antes de que se hicieran públicas las ventas del grupo sueco en julio de 2007, pero ello no impidió que los mercados bursátiles, que se mueven por impulsos instantáneos, no reaccionaran bien al anunciar Volvo AB dichas entregas.
En dicho mes, Volvo Trucks había retrocedido un 5 por ciento en toda Europa y un 12 por ciento en Europa occidental. Volvo había previsto un avance del 10 por ciento en el mercado europeo de camiones pesados durante 2008 y una demanda al bajo nivel de 2007 en Norteamérica. Sin embargo, tanto Volvo como algunos de sus competidores (Scania y Daimler Trucks) han tenido que reconocer que en los últimos meses sus clientes se resisten cada vez más a formular nuevos pedidos. El total de entregas del grupo Volvo, que agrupa las marcas Volvo, Mack, Renault y Nissan Diesel en todo el mundo, muestra un avance del 2 por ciento en julio de 2008 respecto al mismo mes de 2007 y un avance del 27 por ciento considerando los siete primeros meses de ambos años.
Sin embargo, cuando se comparan los doce meses hasta julio de 2008 y 2007, los habitualmente denominados años móviles que reflejan mucho mejor las tendencias subyacentes, el avance del grupo es de sólo el 5,1 por ciento. Este valor hay que ponderarlo conlas unidades entregadas por Volvo Trucks (-9,5%), Renault (+16,7%), Mack (-25,8%) y Nissan Diesel (-4,1%), lo que ayuda a entender por qué los suecos han tenido que tomar medidas de reestructuración de las actividades de Mack. Volvo AB ha hecho público que las autoridades implicadas han aprobado el acuerdo firmado hace algunos meses con la firma india Eicher Motor para establecer una sociedad conjunta a partes iguales que se denominará VE Commercial Vehicles Limited y que concentrará las actividades de Eicher Motor en el campo de autobuses y camiones y las del grupo Volvo en India. Volvo consolidará su mitad de la sociedad conjunta en sus propias cuentas de explotación desde el 1 de agosto de este mismo año. La rapidez en esa integración contrasta con la de Nissan Diesel, que llevó ocho meses.