Sus negociaciones con Dongfeng Motor podrían situar al grupo sueco fuera de la ley de participaciones en sociedades chinas.
A raíz de su compra de Nissan Diesel, Volvo AB tendrá que revisar su presencia en China para no situarse fuera de la ley local que limita la presencia de firmas extranjeras a dos sociedades conjuntas en el campo de turismos y otras dos en el de camiones y autobuses y siempre con un tope del 49% del capital para el socio foráneo.
Al grupo sueco Volvo se le ha permitido operar hasta ahora con cuatro sociedades conjuntas sobre suelo chino porque tres de ellas se habían establecido con anterioridad a la entrada en vigor de la norma mencionada y debido a que a la cuarta habían llegado los suecos a través de una adquisición, concretamente la de Nissan Diesel Motor Co., el fabricante japonés de camiones, que había abierto el paso a Volvo a Dongfeng Nissan Diesel Motor, una sociedad conjunta establecida entre la japonesa Nissan Motor, la china Dongfeng Motor Corp., la también japonesa Sumitomo Corp. y Tan Chong International Ltd., una compañía de distribución que nació en la década de los 50 en Singapur y Malasia.
También hay que tener en cuenta que Volvo AB es el dueño de Renault Trucks, firma que, a su vez, mantiene acuerdos de fabricación de motores con la mencionada Dongfeng Motor. Además, Volvo AB ya fabricaba sus camiones FM en China en colaboración con China National Heavy Truck Corporation (CNHTC), sociedad conocida también como Sinotruck, y que es el tercer fabricante en importancia dentro del segmento de camiones pesados del mercado chino. Jorma Halonen, director general ejecutivo adjunto de Volvo AB, ha reconocido que el grupo sueco negocia con Dongfeng su presencia en una sociedad conjunta en China y que las conversaciones van por buen camino, admitiendo que, si llegan a buen fin, Volvo AB se vería en efecto obligada a reestructurar su presencia en el gigantesco país asiático.
Aunque Halonen no precisó en qué forma se produciría esa reestructuración de actividades, parece lógico pensar que los suecos tendrían que salir de algunas de las sociedades conjuntas en que ahora se encuentran presentes para no infringir la normativa china. Otra alternativa sería la consolidación de algunas de las sociedades ya existentes en otras para reducir su número. Cambio de socio Lo que ahora negocian Volvo AB y Dongfeng Motor es que el grupo sueco reemplace a Nissan Motor, la anterior propietaria de Nissan Diesel, como socio en lo que atañe a la construcción de vehículos industriales de tonelaje medio y pesado, quedando Nissan Motor como socio de Dongfeng Motor sólo para turismos y vehículos comerciales ligeros.
El grupo sueco Volvo AB no es la primera compañía occidental que afronta este tipo de problemas con la norma que restringe la presencia de socios extranjeros en sociedades establecidas en China. En efecto, en el otoño de 2006, la aún DaimlerChrysler, hoy sólo Daimler, anunciaba su decisión de comprar un 24 por ciento de la china Beiqi Foton Motor, para convertirse así en el segundo accionista en importancia de este fabricante chino de vehículos industriales. Pero, en el campo de los vehículos industriales, los alemanes ya contaban con una sociedad conjunta para la fabricación de las furgonetas Vito, Sprinter y el monovolumen Viano con las firmas chinas Fujian Motor Industry y China Motor, esta última con sede en Taiwan, y otra con Jiangsu Yaxing Motor and Coach, denominada Yaxing Benz y que se dedica a la fabricación de autobuses, por lo que se temía que los alemanes fueran a verse obligados a abandonar una de ellas, salvo que consiguieran encontrar algún recoveco legal que justificase la autorización del gobierno chino, cuyas decisiones se toman a un ritmo desesperante para los occidentales.