La sueca Volvo y su filial la francesa Renault han desencadenado una batalla legal para tratar de demorar por 10 años la normativa sobre las dimensiones de los vehículos industriales encaminada a facilitar diseños más aerodinámicos para las cabinas.
Ambas firmas han renovado recientemente su gama de camiones, con lo que un cambio en la normativa les podría suponer un quebranto importante desde el punto de vista financiero, ya que las inversiones necesarias para poner en el mercado una nueva gama de vehículos tardan al menos 10 años en amortizarse.