La oferta de 95 euros por acción ordinaria y 60 por los títulos preferentes sitúa el valor de MAN en 13.760 millones de euros.
Volkswagen ha dado un nuevo paso adelante en su proyecto de consolidar las actividades de MAN y Scania, fabricantes alemán y sueco, respectivamente, participados ambos por la primera de las tres. Volkswagen lanzará una OPA sobre MAN para fusionarla con Scania que sitúa el valor del constructor germano en 13.760 millones
Volkswagen ha ampliado sus derechos de voto en MAN llevándolos al 30,47 por ciento (antes 29,9 por ciento) a través de la compra de un pequeño número de acciones de este último grupo, lo que le otorga a la primera una presencia del 29,2 por ciento en el capital de la segunda. Sin embargo, este pequeño avance de sólo medio punto de capital lleva los derechos de voto por encima del 30 por ciento, lo que, de acuerdo con la legislación alemana, obliga a los de Wolfsburg a lanzar una OPA sobre los de Múnich.
Volkswagen tiene intención de ofrecer 95 euros por acción ordinaria y 60 por cada título preferente, lo que sitúa el valor de MAN en 13.760 millones de euros, una cifra un poco baja en opinión de algunos analistas, pues está un 1,6 por ciento por debajo de la cotización que alcanzaban las acciones ordinarias en la bolsa de Frankfurt al cierre de la jornada del viernes último y un 14,2 por ciento por debajo en el caso de las acciones preferentes.
Todo parece indicar que Volkswagen ya se ha convencido de que ninguna de sus dos participadas está por la labor de la fusión, pese a que constantemente se esté enviando el mensaje desde Wolfsburg de que la unión de los dos fabricantes de camiones generaría importantes sinergias, comenzando con un ahorro de unos 200 millones de euros al año sólo en suministros, cifra bastante exigua por otro lado y en consonancia con la diferencia de estrategias y productos que existe entre suecos y germanos.
Volkswagen tenía bastante menos control de MAN que de Scania y por eso parece haber optado por ampliar sus derechos de voto, aunque como se ve, sólo en la medida justa, al menos por ahora, para conseguir ese control. Las intenciones de VW no han sido muy bien vistas en MAN desde que Ferdinand Piëch, presidente del consejo de supervisión de la firma de Wolkfsburg, entró cual elefante en una cacharrería en el capital de MAN para abortar la OPA que ésta hizo sobre Scania hace ahora más de cuatro años y medio.
Y ciertamente su entrada a saco en los estamentos directivos de los de Múnich ha creado una situación de pánico. Desde Scania y MAN los mensajes oficiales de reacción a este último paso de Volkswagen son lacónicos “la lógica industrial aconseja una mayor cooperación” o “nos parece positivo avanzar en la cooperación con MAN, lo que hace pensar en que posiblemente VW se vea en la necesidad de aumentar aún más sus drechos de voto en MAN. De hecho, Hans-Dieter Pötsch, director financiero de Volkswagen ha reconocido que es probable que, para conseguir el control absoluto de la integración de Scania y MAN sea necesario llegar a un 35 o un 40 por ciento de los derechos de voto de esta última.