El impulso privado en Aena, la liberalización del ferrocarril y la nueva Ley de Puertos eran proyectos de la legislatura pasada.
Las tres medidas para el transporte presentadas por Zapatero para afrontar la crisis, dentro de otro paquete de 21 medidas económicas, vienen a resucitar idénticas recetas del ejecutivo. El impulso privado en Aena, la liberalización del ferrocarril o la Ley de Puertos eran proyectos de hace cuatro años
Más de lo mismo. Las tres medidas anunciadas para el sector del transporte por el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, el pasado 23 de junio en la presentación de su informe económico, ya estaban contenidas en los planes del ejecutivo de la pasada legislatura. Sólo la receta de la segregación de Renfe Mercancías antes del próximo mes de agosto resulta novedosa, pero no liberalizadora, ya que supone la creación de otra empresa pública, paliada con la liberalización de los servicios auxiliares al transporte de mercancías por ferrocarril, sin fecha definida.
Por su parte, la creación de una nueva Aena, antes de que concluya julio, que dé cabida a comunidades autónomas y a la empresa privada, y la elaboración de un anteproyecto de Ley de Puertos, antes de finalizar 2008, (ya presentado en el Congreso en 2005), eran medidas ya incluidas dentro del “Programa Nacional de Reformas” (PNR), realizado por la Oficina Económica del Presidente del Gobierno y estaban anotadas dentro de las cien medidas para el fomento de la competitividad que presentó hace dos años Pedro Solbes.
En concreto, el vigente PNR proponía para el ferrocarril “una mayor independencia del regulador ferroviario”, que aún no se ha llevado a cabo, así como “la desinversión de Renfe en las empresas de transporte ferroviario en las que tiene participación” y “agilizar el proceso de concesión de licencias a nuevos operadores”, mientras que respecto a Aena proponía “revisar el modelo actual de gestión de la red de aeropuertos, permitiendo la participación de las comunidades autónomas y otros agentes”.
Por último, respecto a los puertos, el PNR describía ya los cuatro ejes estratégicos que tendrá el proyecto de Ley de Puertos: “reformar las sociedades de estiba, fijando objetivos de racionalización de plantillas”, “autorizar la autoprestación a las navieras”, “simplificar el actual esquema de tasas portuarias” y “estudiar la posibilidad de fijar a cada autoridad portuaria un objetivo de reducción de las tasas”. Por lo tanto, la receta liberalizadora queda pendiente.