Manuel Molins, antiguo director general de Seur Madrid, se incorporará a la paquetera para abordar la reestructuración de una compañía que es fuente constante de pérdidas.
Correos ha mantenido reuniones para sondear el interés de sus homólogos holandés (PostNL) y alemán (DP DHL) sobre una posible venta de Chronoexprés. Manuel Molins, antiguo director general de Seur Madrid, se incorporará a la paquetera para abordar la reestructuración de una compañía que es fuente constante de pérdidas
Manuel Molins Otero ocupará a partir del uno de enero de 2013 la dirección general de Chronoexprés, filial de paquetería de Correos. Molins, que trabajó en Seur desde 1994 hasta 2006, donde desempeñó las funciones de director general de Seur Madrid, es ingeniero de Caminos y ha sido director de AT Kearny y consejero director general en la consultora Outservicio Utilities Services hasta la fecha. Quienes le conocen aseguran que es un hombre con criterio, más vinculado a la estrategia empresarial que a la gestión del día a día y con un rol muy diferente al de su antecesor en el cargo, Antonio Cárdenas, que mantenía una estrecha relación comercial con los clientes. Es decir, aunque conocedor del sector de la paquetería, su desembarco en Chronoexprés encajaría más en la imperiosa necesidad de abordar la reestructuración de la paquetera, que es un esponja de absorber recursos del erario público (más de 180 millones de euros) para cubrir sus abultados déficit y pérdidas históricas, para una posterior privatización.
En este contexto, dos fuentes distintas consultadas por TRANSPORTE XXI han confirmado que Correos ha mantenido contactos con sus homólogos alemán DP DHL y holandés PostNL para sondear su interés por la filial de paquetería del operador postal público español. Los analistas consultados, sin embargo, no ven a DHL como un agente activo e interesado en hacerse con Chronoexprés, porque la alemana se viene retirando del negocio doméstico en aquellos países donde no obtiene beneficios, como ha sido el caso de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Canadá, China y más recientemente Rumania. Además, es un hecho que DHL Express en España está sufriendo mucho en el nicho doméstico, aunque la adquisición de Chronoexprés podría ser una vía para sumar masa crítica, un factor de vital importancia en el negocio de la paquetería. Este desinterés también valdría a priori para el correo holandés, después de vender su participación en TNT Express a UPS, valorada en libros en 1.318 millones.
Los expertos, por el contrario, sí ven al correo británico Royal Mail, a través de su filial paquetera GLS, y, sobre todo, a la estadounidense Fedex como actores que pueden estar interesados en Chronoexprés. De hecho, ambas empresas tienen acuerdos de colaboración con la española. En el caso de la inglesa, que opera en nuestro país a través de la filial GLS Spain, con una facturación de 11,58 millones en 2010, su apuesta es por el crecimiento orgánico, aunque, como señaló Saadi Al-Soudani, director general de Internacional del grupo GLS en una entrevista concedida a TRANSPORTE XXI en enero de este año, “si aparece una oportunidad de compra, la tendremos en consideración”. La cooperación entre GLS y Chronoexprés, relativa al transporte y la distribución recíproca de los paquetes en régimen de exportación, comenzó en febrero de 2005.
Por su parte, la multinacional norteamericana Fedex está realizando compras de calado en el mundo para contrarrestar la futura integración de TNT en UPS. De hecho, a lo largo de este año, Fedex ha adquirido la firma Rapidão Cometa Logística e Transportes, una de las empresas del ramo más grandes en Brasil, que durante 11 años fue el representante del gigante del courier en el país carioca; la polaca Opek, una compañía familiar con una red de distribución que cubre la totalidad del país, donde no estaba la americana; y la francesa Tatex, con unas ventas 150 millones y un volumen de 19 millones de paquetes al año. Parece claro que el ansia compradora de Fedex, que opera aquí a través de su filial Federal Express Corporation Sucursal en España (con una facturación de 71,7 millones en 2010), podría hacer diana en la filial de Correos, con quien mantiene un acuerdo desde 2002 por el que Chronoexprés se encarga de la recogida, transporte y entrega de sus envíos en España.
Los analistas también coinciden en que cualquier empresa interesada en adquirir Chronoexprés “tiene que tener muy claro qué va a hacer Correos en el segmento de la paquetería al día siguiente de deshacerse de su filial, porque puede darse la paradoja de que el nuevo propietario tenga a la entidad pública como su competidor más activo. Otra opción es que la compra de Chronoexprés lleve aparejada para el nuevo propietario acuerdos comerciales, de colaboración o alguna alianza estratégica con Correos en el sector de la paquetería, sobre todo teniendo en cuenta que el correo tradicional es un negocio en claro declive”.
Desde Correos, sin embargo, fuentes oficiales han señalado a este periódico que no se pretende una venta de Chronoexprés, sino que, más bien al contrario, se quiere potenciar el papel de la paquetera dentro del grupo empresarial público. De hecho, aseguran tener previstas acciones para potenciar el catálogo de portfolio de paquetería del grupo, así como para aumentar la coordinación comercial entre Correos y Chronoexprés. En este punto, cabe recordar que Federico Ferrer, vicepresidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), holding empresarial público propietario de Correos, ha reconocido públicamente que están trabajando en la línea de poner a la venta aquellos servicios del grupo Correos que son privatizables, entre los que se encontrarían las filiales. Chronoexprés cerrará 2012 con unas pérdidas estimadas de 12 millones de euros, según fuentes cercanas a la empresa. De esta forma, la compañía habrá acumulado más de 30 millones de pérdidas sólo en los últimos cuatro ejercicios.