Los administradores concursales de Transportes Ochoa apuestan por la viabilidad de la paquetera, que pasa por la “inmediata adopción de las medidas de reestructuración planteadas por la sociedad”, la “recuperación de un significativo volumen de actividad” y la “desinversión en inmuebles”. Así se recoge en el informe concursal al que ha tenido acceso TRANSPORTE XXI, que señala que “la sociedad podrá mantenerse con actividad y optar a una paulatina recuperación de los clientes”, lo que permitiría llegar a la fase de convenio y presentar una propuesta factible para los acreedores, “en función de la rapidez en la adopción de las medidas correctoras de gastos de personal y de cierre de los 17 de los 34 centros de producción previstos”.
Buscando ese objetivo, Transportes Ochoa, con sede en Zaragoza, ha activado dos medidas “vitales” para su supervivencia, incluidas en el plan de viabilidad propuesto por la propia concursada. La aplicación de un segundo ERE extintivo que afecta a 243 trabajadores, casi el 40 por ciento de la plantilla, que ya está ejecutando, y la búsqueda de compradores para los centros de distribución innecesarios para la actual actividad.
De hecho, “uno ya se ha vendido y hay varios en negociación”, confirmaron a este periódico desde la paquetera, que se mostraron optimistas pues han recuperado el 40 por ciento de la producción. Una cifra inferior aún al 65 por ciento que contempla la administración concursal para garantizar la viabilidad, aunque “podría ser menor, si se sustituyen ingresos de la actividad por enajenaciones de inmovilizado”. El plan de viabilidad de la paquetera también contempla la reestructuración de las rutas de transporte en función de los centros de actividad que finalmente sigan operando y el redimensionamiento del negocio de la logística.
La compañía, en este sentido, ha cerrado cuatro de sus cinco centros dedicados a esta actividad -San Fernando de Henares (Madrid), Barberá del Vallés y Cornellá de Llobregat (Barcelona) y Zaragoza- y está previsto el cierre de las instalaciones de Santa Oliva (Tarragona), inauguradas en 2009. Con todo, los administradores concursales consideran que el “punto crítico” del plan de viabilidad reside en las tensiones de tesorería, debido a la “poca actividad en relación con sus costes”.
De ahí que los administradores consideren “imprescindible la renegociación de la deuda con las entidades financieras con un calendario de pago”. Hay que recordar que, pese a que los activos de la empresa superan a sus obligaciones, entre un 40 y un 45 por ciento del pasivo de 75,5 millones (el 70 por ciento con los bancos) es a corto plazo. Una situación que podría abocar al cese de la actividad, si no se logra reestructurar la deuda dentro del proceso concursal.
Plan de viabilidad
Ejecución de un ERE extintivo para 200 trabajadores, ya aplicado.
Redefinición de las delegaciones necesarias para la actividad.
Reestructuración de las rutas de transporte.
Redimensionamiento del negocio de logística.
Ajuste de los gastos de estructura y servicios exteriores.
Desinversión de inmuebles.
Renegociación de la deuda con las entidades financieras con un calendario de pago.
Un segundo ERE extintivo, que está ejecutando actualmente.