Interpreta esta actuación “a la desesperada” del gigante alemán como la antesala a su decisión de abandonar el negocio en España, como ya hizo en Francia y Reino Unido.
Las paqueteras se han levantado contra la agresiva política de precios desplegada por DHL Express para hacerse con el fondo de comercio de la concursada Ochoa. El sector interpreta este movimiento “a la desesperada” como la antesala a la decisión del gigante alemán de abandonar el negocio de la distribución en España.
La entrada en concurso de acreedores de Transportes Ochoa, tercera empresa de paquetería de España, ha convulsionado el mercado nacional de la carga fraccionada, un negocio que mueve al año más de 2.500 millones de euros. La guerra de precios desatada entre los principales operadores de esta industria tras el estallido de la crisis económica, en un intento desesperado por aumentar la cartera de clientes ante la brusca caída de la actividad, próxima al 30 por ciento, se ha recrudecido en las últimas semanas.
Así lo confirmaron fuentes del sector consultadas por este periódico, que avanzaron que las empresas están desplegando una “agresiva política comercial” en el mercado para hacerse con la cuota de la paquetera aragonesa. Los diferentes interlocutores, que piden mantenerse en el anonimato, coincidieron a la hora de señalar al operador DHL Express como “el principal protagonista de esta campaña” y “uno de los que más se está beneficiando del cese de actividad de Transportes Ochoa”, hasta el punto de que “está convirtiendo la paquetería en una subasta al mejor postor, ahondando aún más en la ruina del sector”. Otro empresario de este negocio apuntó, incluso, que “hay clientes que están sacando a concurso partidas de 1.000 kilos”.
En la misma línea, un comercial de una empresa puntera del sector aseguró de forma contundente que DHL, bajo el paraguas del correo público alemán Deutsche Post, “ha llevado hasta sus últimas consecuencias” la consigna de “no perder clientes por precio”, que anunciara el director general de DHL Express Iberia, Felipe Corcuera, en una entrevista concedida a TRANSPORTE XXI en septiembre de 2009, “Está tirando los precios de una forma brutal para sumar masa crítica y mantener su red de distribución. Van a los clientes, les preguntan con quién trabajan y les ofrecen un 10 por ciento menos.
Están perdiendo dinero a espuertas en el mercado español. Eso no es vender, es una vergüenza”, denunció airado. Un alto ejecutivo de una red nacional de distribución de paquetería desveló, asimismo, que tras conocerse la noticia de la solicitud del concurso de acreedores de Ochoa, “los repartidores de DHL recibieron inmediatamente instrucciones en sus PDAs para que avisasen a la central cuando viesen que alguno de los clientes tenía un paquete para Transportes Ochoa o TDN, una de las empresas a las que desvió su actividad de reparto, con el objetivo de enviar comerciales e iniciar las gestiones pertinentes”. “Esto es acoso y derribo”, apuntó. El director comercial de otra compañía de paquetería integrada en una red de distribución también apuntó que “mientras las multinacionales sigan poniendo dinero a fondo perdido, no habrá solución. El mercado seguirá revuelto”. Otro transportista insistió en este argumento y manifestó que “DHL tiene dinero de Alemania para hacer lo que haga falta y para quedarse con el mercado”. Recordó, en este sentido, que “ya hubo una primera fase de esta guerra de precios con Azkar, que no entró al trapo y decidió orientar su estrategia hacia la logística y el transporte internacional, dando entrada en su capital al gigante alemán Dachser, para capear el temporal de la crisis”. Por su parte, en una respuesta escrita a preguntas de TRANSPORTE XXI, el director general de DHL Express Iberia, Felipe Corcuera, ha salido al paso de las duras acusaciones vertidas por sus competidores. Corcuera señala que, “ante la situación de concurso de acreedores en la que se encuentra inmersa Transportes Ochoa, queremos expresar nuestro profundo pesar por el hecho de que una compañía como ésta, con más de 60 años de trayectoria en el mercado, se encuentre en estas circunstancias”.
LA RESPUESTA DE DHL
Además, el primer ejecutivo de la multinacional en España subraya que “en DHL desconocemos si dicha situación está favoreciendo a nuestra compañía en mayor o menor medida que a otros operadores del sector y, en cualquier caso, ese no es el objetivo de DHL. Muchos clientes se han acercado a nosotros como proveedor de servicios, buscando una compañía con una situación financiera fuerte, como es nuestro caso.
De hecho, algunos de ellos ya trabajaban con DHL como segundo proveedor. En ningún modo, DHL ha modificado su política de precios debido a esta circunstancia”, concluye Corcuera. En este sentido, aunque redundante, es necesario volver a recordar las palabras del propio Corcuera a TRANSPORTE XXI en septiembre de 2009, cuando la crisis pegó con mayor virulencia: “No vamos a reducir cuota de mercado y a perder clientes en España ni por precio ni por servicio”. No obstante lo anterior, todas las fuentes consultadas coincidieron al apuntar que “detrás de la estrategia de DHL Express Iberia, que se ha propuesto que la crisis no acabe con ella, aumentando cuota de mercado a cualquier precio, podría estar su salida del negocio doméstico en España”, como ya hiciera hace más de dos años en Reino Unido y Francia, negocios que no eran rentables para la cuenta de resultados del gigante DP, extremo este último sobre el que Corcuera no se ha posiciano en su respuesta vía correo electrónico a este periódico. Los mismos medios creen que “ahora le podría tocar el turno a España” porque “los precios están llegando a unos niveles que son de auténtica pérdida y es imposible seguir en esta línea. La bajada ronda entre el 20 y el 30 por ciento desde que estalló la crisis, en línea con la caída de actividad. Estamos haciendo dumping”, concluyen.
La estrategia de DHL Express: ¿una huida hacia adelante?
Desde hace tiempo, sobre el negocio de la paquetería de DHL Express en España se cierne la sombra del repliegue que el correo alemán adoptó para sus filiales de Francia y Reino Unido. A finales de 2009, el gigante DP vendió al fondo de inversión Caravelle su red de distribución local en Francia, englobada en la sociedad DHL Express France, con ventas de 350 millones, 3.500 empleados y 60 sucursales.
La multinacional puso un talón de entre 200 y 300 millones encima de la mesa para subsidiar la venta. DHL, que desembarcó en el país vecino en 1998 con la compra de la paquetera local Ducros Services Rapides, arrastraba un déficit de 500 millones de euros. A principios del año 2010 le tocó el turno a su negocio de distribución doméstico en Reino Unido, DHL Express UK, donde empleaba a 4.700 trabajadores y disponía de cinco hubs y 71 sucursales. Allí cedió el negocio a Home Delivery Network Limited, firma británica especializada en entregas B2C (de empresas al consumidor final).
La llegada del correo alemán a Reino Unido se produjo en 1998 con la compra de Securicor Omega Express, que llegó a ser el principal competidor del correo británico en el negocio de la paquetería. Con anterioridad a estos movimientos, DP también decidió abandonar las actividades domésticas, tanto terrestres como aéreas, de DHL Express en Estados Unidos, donde, al igual que en Francia y Reino Unido, mantiene los servicios internacionales y el resto de divisiones. En todos los casos, el argumento de Frank Appel, presidente de DP DHL, fue el mismo: “tenemos que concentrar todos nuestros esfuerzos en las empresas rentables del grupo”. Bajo esta premisa y con los antecedentes consignados, las preguntas son obligadas.
¿Seguirá el negocio doméstico de DHL Express en España la misma suerte que en los países citados? ¿La agresiva guerra de precios que lidera la alemana en nuestro país, es una huida hacia adelante? Los diferentes expertos consultados por TRANSPORTE XXI aseguran que “el problema que tiene DHL Express en nuestro país es que es heredera de Transportes La Guipuzcoana, que era una empresa muy rentable”. En 1999, cuando la alemana tomó una primera participación del 49 por ciento en la española, la paquetera con sede en San Sebastián era líder del mercado de la carga fraccionada en la Península. Con unas ventas de 189 millones de euros se encontraba a una distancia razonable de la segunda, Transportes Azkar, con una facturación de 152 millones.
“La situación de DHL Express en España no es la de Francia, aunque también es cierto que La Guipuzcoana no tenía nada que ver con Ducros”, añaden los medios, en el sentido de que la paquetera que la alemana compró en Francia no era líder de su mercado ni tenía el gran fondo de comercio de la española. No obstante, “la fuerte competencia y la contracción del consumo han obligado a DHL Express a bajar muchos los precios en España, llegando a perder dinero”, subrayan. Sin embargo, los resultados de las 22 filiales de DP DHL Express en España, con unas ventas consolidadas de 548 millones en 2010, no evidencian unos números rojos de escándalo, tal como se puede observar en el cuadro que acompaña a esta información.
Al contrario, 14 filiales tienen números negros. ¿Entonces? La respuesta es que los negocios internacional y doméstico no están segregados en mercantiles distintas, sino que todas las filiales venden ambos servicios. “DP tiene una cuenta de resultados bien segmentada por unidades de negocio y sabe que la paquetería aquí no es rentable, y que lo que deja dinero es el courier, el internacional. Luego están los precios de transferencia, es decir, lo que cobra la española por repartir aquí una expedición procedente de una filial extranjera del grupo o lo que paga cuando es al contrario, que es un factor, además de confuso, muy importante, porque puede sentirse penalizada. Aparentemente todo está en el mismo saco, pero DP DHL quiere rentabilizar todas las unidades de negocio, y no es de extrañar que el paso que dé en España sea quitarse la paquetería y centrarse en el courier, en el paquete pequeño”, concluyen las expertos consultados.
El internacional, bálsamo de un sector que se desploma a los niveles de 2005
Los diez primeros operadores facturaron 2.300 millones en 2010, un 16% menos que en el año 2007, previo al estallido de la crisis
El mercado nacional de la industria express y la carga fraccionada, está “muerto. Lo único que se salva es el negocio internacional”, gracias al “tirón de las exportaciones”, una de las pocas alegrías de la economía española en los últimos años. Así de contundente se mostró un alto directivo de una empresa de distribución de paquetería, que augura nuevos abandonos de la actividad a la vuelta de vacaciones, ya que “la guerra de precios ha deteriorado totalmente el mercado”. Los datos extraidos de los ‘libros blancos del transporte’, que anualmente elabora TRANSPORTE XXI, son demoledores. Las ventas de los diez primeros grupos de este negocio, que cerraron 2010 con una facturación próxima a los 2.300 millones, se desplomaron más de un 16 por ciento con respecto a 2007, año previo al estallido de la crisis. Entre los operadores que sufrieron una mayor caída en su cifra de negocios se encuentra DHL Express, con un descenso del 21 por ciento, muy similar a Transportes Ochoa, en proceso concursal, y por detrás de MRW y el grupo Logista (ver gráficos adjuntos).
En concreto, la multinacional del correo público alemán ha perdido en cuatro años la friolera de 145 millones de euros. Un registro que, dando por buena a la máxima del operador DHL Express, “mantener los clientes a cualquier precio”, da una idea de la cruenta guerra de tarifas desatada en el sector al socaire de la bajada de actividad, fruto del estancamiento de la demanda interna. Un “escenario convulso que está llevando al sector a la ruina”, según aseguraron fuentes consultadas por este periódico, tras apuntar que “la mayoría de las empresas de paquetería tienen el agua al cuello” y “están atravesando dificultades económicas y financieras”. De hecho, los mismos interlocutores subrayaron que “la caída de Ochoa ha supuesto un balón de oxígeno para algunos operadores del sector”, que han logrado sumar parte del fondo de comercio de la paquetera aragonesa. “Ahora toca tirar de archivo con los clientes que en su día tocamos y constatamos que trabajan con Ochoa, para retomar las negociaciones”, añadieron. Entre los operadores que más suenan como principales beneficiarios de la entrada en concurso de acreedores de Transportes Ochoa se encuentran DHL, “dispuesta a quemar todas las naves para hacerse con el mercado de la paquetería en España”, declararon las mismas fuentes, así como TDN -que acaba de aplicar un riguroso plan de ajuste de costes para asegurar su continuidad- Seur y MRW, estas dos últimas debido, principalmente, al nicho de negocio de Ochoa, muy centrado en la pequeña paquetería.
LA COMPRA DE TNT POR UPS
Otro balón de oxígeno para el sector ha sido la reciente adquisión de TNT por parte del gigante UPS. Según explicaron los mismos medios, “si hubiese que buscar una denominación para definir con mayor exactitud a las dos compañías, se puede decir que UPS es más courier, con expediciones de hasta 30 kilogramos de media, y TNT es más paquetera, con expediciones de entre 30 y 100 kilogramos, aunque con la integración es probable que veamos como la primera reduce los kilos por expedición de los clientes de TNT, lo que beneficiará al resto de empresas de urgente en España”. Con este escenario como telón de fondo, también es interesante la apuesta por la internacionalización. Una estrategia diseñada por algunas paqueteras para sortear la crisis. Es el caso de Azkar, que dio entrada en su capital a la alemana Dachser, y Buytrago, que ha dado el salto a la distribución europea tras firmar una alianza con Geodis.