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El transporte valenciano reclama ayudas para ser sostenible

La patronal FVET alerta de la imposibilidad de reconvertir las flotas para asumir la descarbonización ante la baja rentabilidad de un sector con falta de conductores, altos costes y guerra de precios.

“Necesitamos un periodo de transición para afrontar la descarbonización y tiene que haber ayudas para pagar esta fiesta que va a repercutir en el usuario final”, advirtió ayer Carlos Prades, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET), en un escenario de evolución energética “donde es difícil realizar inversiones con márgenes tan reducidos”.

En una comparecencia ante los medios de comunicación, Prades indicó que la descarbonización tiene que ser “realista y viable”, porque la práctica totalidad de los transportistas valencianos admite que no están preparados para asumir los requisitos medioambientales de la Unión Europa, con una reducción del 90 por ciento de las emisiones en 2040.

Juan Ortega, Carlos Prades y Carlos García
Juan Ortega, Carlos Prades y Carlos García

El presidente de la FVET reclamó “líneas de ayuda para la renovación de las flotas” para la adquisición de vehículos eléctricos cuyo coste triplica a los de gasóleo, en un escenario en el que “tenemos una ecuación difícil de resolver dentro de un contexto inflacionista y donde los bajos precios continúan siendo el principal problema”. A este escenario se une la escasez de puntos de recarga, ya que actualmente la Comunidad Valenciana solo tiene 78 puntos con potencia suficiente para camiones eléctricos.

Asimismo, Prades reclamó la necesidad de articular el proyecto de “acceso norte al Puerto de Valencia”, una infraestructura que “entendemos que será más necesaria con la nueva terminal norte con la que el puerto va a incrementar su valor”.

Junto al “problema” de la descarbonización, Juan Ortega, vicepresidente de la FVET, señaló como hándicaps del sector la escasez de conductores “donde no encontramos soluciones”, junto a la falta de agilidad en los servicios de ITV y de áreas de descanso y estacionamiento seguro “problemas estructurales que nos impiden desarrollar nuestra actividad con plenas garantías”.

En este sentido, Ortega explicó que otros problemas como la competencia desleal o la morosidad ha reducido su intensidad en los últimos meses, dentro de un contexto en el que casi la mitad de los transportistas valencianos reconoce que ha reducido su actividad en los que llevamos de año. Y es que pese a que el sector “sigue envuelto en una política de precios bajos, hay un descenso de empresas que compiten ilegalmente en el sector”, lo que no evita que el negocio mantenga un “guerra de precios” por cada carga, añade Carlos Prades.

Por otro lado, Carlos García, secretario general de la patronal, indicó que el sector espera que “la segunda parte del año pueda ser mejor con una reactivación de la demanda porque hay indicadores positivos”, aunque advirtió que el comportamiento es desigual según los subsectores del negocio porque “somos una realidad compleja”.

En este sentido, García explicó que el transporte de mercancías en la Comunidad Valenciana ha ganado peso respecto al total estatal, ya que hoy es la segunda autonomía que más carga moviliza por carretera, con un total de 274 millones de toneladas, según los datos del Ministerio de Transportes, solo superada por Cataluña. En cuanto al número de camiones, la Comunidad Valenciana suma 125.801 camiones, ocupando la tercera posición, por detrás de Madrid y Barcelona.