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La autopista ferroviaria Valencia-Lisboa, en 2027

El desbloqueo medioambiental de la línea Mérida-Puertollano abre la puerta a la electrificación del trazado y posibilita unir el Atlántico y el Mediterráneo, trayecto que está en los planes de Tramesa y Transitalia.

La autopista ferroviaria entre Valencia y Lisboa podrá ser una realidad en 2027, de acuerdo a los planes trazados por el Ministerio de Transportes, a los que ha tenido acceso Transporte XXI.

No será posible hasta dentro de 30 meses, “porque para que sea un corredor rentable y verde, hay que electrificar la línea y ahora ya tenemos vía libre”, han explicado a este periódico fuentes de Adif.

Operaciones en la terminal intermodal de Tramesa en el Puerto de Valencia.
Operaciones en la terminal intermodal de Tramesa en el Puerto de Valencia.

El organismo ha venido estudiando el corredor, de alrededor de 900 kilómetros de trazado, ante la propuesta de Tramesa y Transitalia de situar a la línea Valencia-Lisboa como la segunda que quiere explotar en la península ibérica una vez lanzada la línea Valencia-Madrid.  Para ello, es vital solucionar el “cuello de botella” de la línea entre Mérida y Puertollano, que ha sido incorporada en el nuevo reglamento del Corredor Atlántico. Este tramo, de 240 kilómetros, cuenta con el visado medioambiental de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para proceder a los trabajos de electrificación en la catenaria y la construcción de 4 subestaciones eléctricas.

El proyecto supondrá una inversión estimada de 463 millones de euros con un plazo de ejecución de 24 meses, lo que alarga hasta 2027 la puesta en servicio de una autopista ferroviaria entre Valencia y Lisboa. Una vez electrificada la línea los trenes de mercancías, que serán mayoritarios en el trazado ,según explica Adif, podrán circular a 100 kilómetros/hora a través del trazado de vía única de ancho ibérico, sacando a de la carretera a miles de camiones cada año que vienen utilizando el corredor terrestre para alimentar de mercancías las ventanas atlánticas y mediterráneas de la península ibérica.

Operadores consultados indican que “no solo para los semirremolques P-400, este corredor nos abre la posibilidad de enviar contenedores entre los puertos de Valencia y Lisboa en un plazo de 24 horas, sin costes marítimos intermedios”.