Incapaz de cumplir el plan de viabilidad, no presenta convenio.
Se cumplieron los peores presagios. La histórica Transportes Ochoa, tercera paquetera española, no ha logrado superar el concurso de acreedores ante la dificultad de recuperar la confianza de los clientes y, casi nueve meses despúes de iniciar este proceso, echa el cierre con un pasivo de 75,5 millones. La compañía, con unas pérdidas de 2 millones mensuales, según recoge el informe concursal, ha tirado finalmente la toalla y, de común acuerdo con los administradores concursales, ni siquiera ha presentado una propuesta de convenio, porque “no había ningún fundamento de viabilidad”.
Así lo confirmaron a este periódico fuentes de la paquetera, tras subrayar que “no se estaban cumpliendo las previsiones de recuperación necesarias para garantizar la supervivencia de la compañía”, en un escenario, además, en el que “las perspectivas de la economía no son nada boyantes”. Como ya adelantó TRANSPORTE XXI, la viabilidad de Ochoa, que había ejecutado un segundo ERE extintivo que afectaba a casi al 40 por ciento de la plantilla, dependía en gran medida de que se consiguiese un aumento significativo del volumen de actividad, fijado en el 65 por ciento, lejos aún del 40 por ciento que ya había logrado recuperar Ochoa, que empezó a notar un nuevo estancamiento de la producción en el arranque de este año.
Así las cosas, se abre ahora una incógnita sobre el futuro de los activos de la compañía, valorados en 132,2 millones, es decir, superan ampliamente a sus obligaciones, en un escenario convulso, como es el mercado de la carga fraccionada en España, con una cifra de negocio de 2.500 millones al año, que está muy deteriorado por la fuerte contracción de la demanda interna. De momento, según señalaron a este periódico fuentes de toda solvencia, el operador GLS, filial del correo británico Royal Mail, mostró su interés durante el proceso concursal en adquirir una unidad operativa.
En concreto, los mismos interlocutores puntualizaron que pidió información para alquilar una serie de instalaciones de Ochoa, contratar a algunos trabajadores y quedarse con la maquinaria. Sin embargo, el proyecto no cuajó. Este periódico se ha puesto en contacto con responsables de la filial española de GLS, que ni confirmaron, ni desmintieron esta información.
Historia económica
Para adaptar su estructura a las exigencias el mercado, Ochoa abordó un plan de modernización de instalaciones, que supuso una inversión de más de 121 millones entre los años 2000 y 2012.
A partir de 2008, la cifra de negocio de la paquetera desciende en línea con la crisis económica.
Las ventas de la línea de transporte se redujeron en 23,6 millones entre 2008 y 2011.
El progresivo deterioro de las ventas no permitió que la sociedad pudiera cubrir sus costes fijos, arrojando pérdidas de explotación entre los años 2008 y 2011.