El 29 de marzo, se publicó en el BOE el II Acuerdo General para las empresas de transporte de mercancías por carretera, firmado el 12 de noviembre de 2010 por los sindicatos UGT y CCOO y las patronales CETM y la Confederación Española de Operadores de Transporte (CEOT). Pese a esta larga espera de casi un año y medio, “inexplicable” según fuentes del sector, ya que “el acuerdo entre las partes era claro”, no se puede hablar aún de un punto y final.
Como ya avanzó este periódico, la Asociación Española de Mensajería (AEM), que preside Alberto Genescá, estudia la posibilidad de impugnar este acuerdo, ya que incluye en su ámbito funcional las actividades mensajería sin haber contado en las negociaciones con la patronal representativa de esta especialidad. Fuentes de la organización aseguraron a este periódico que “todavía es pronto para realizar una valoración” al respecto y se limitaron a señalar que el asunto está en manos de sus servicios jurídicos, que elaborarán un informe para analizar las consecuencias que podría tener el hecho de que se incluya la mensajería en el II Acuerdo General.
Una vez concluido, añadieron los mismos interlocutores, la asociación decidirá si finalmente recurre o no dicho documento. Eso sí, la patronal AEM recordó la existencia desde 1986 de un convenio estatal de ámbito estatutario que regula la actividad de la mensajería. Así las cosas, las espadas siguen en todo lo alto y es pronto para saber el recorrido que tendrá el II Acuerdo General, que sustituye un ‘obsoleto’ convenio, vigente desde 1997.
Entre las principales novedades destaca la flexibilización de los tiempos de conducción y descanso, principal escollo de las negociaciones, que permitirá al sector soltar el lastre de una “desastrosa” transposición de la Directiva de Tiempos de Trabajo, “más restrictiva que lo que marcaba la normativa”, que colocaba a las empresas españolas en una “situación de desventaja” respecto a sus competidores europeos, según denunciaron en reiteradas ocasiones empresarios del sector.