Le toca al eCMR

Como en los tiempos del EDI, los cargadores lideran este cambio

A mitad de la década de los 90, la incursión de la tecnología EDI para el intercambio electrónico de datos marcaba un hito en el camino de la digitalización. Hasta entonces, recibíamos los pedidos por fax y se introducían manualmente en el sistema. De la misma manera, las facturas se imprimían, ensobraban y enviaban por correo postal a los clientes. A las nuevas generaciones quizás esto les suene al pleistoceno, pero algunos hemos vivido ese cambio en primera línea. Los fabricantes tomaron la iniciativa de impulsar esta tecnología, que aportaba grandes beneficios en reducción de costes, agilidad y productividad, sin embargo, la adopción por parte de la industria requirió varios años. Los retos a los que se enfrentaba eran el coste de la inversión inicial, la integración con los sistemas existentes, el cambio cultural y la colaboración entre fabricantes y distribuidores. Hoy en día, EDI está implantando de forma extensiva en el sector industrial.

Le toca el turno ahora al eCMR. La versión electrónica de la carta de porte se presenta como una buena oportunidad de continuar el avance de la digitalización en el transporte por carretera. Futuras normativas, bien por la Ley de Movilidad Sostenible o por el Reglamento eFTI, harán obligatorio su uso, aunque hoy apenas el 6% de las empresas han optado por esta solución, según un estudio realizado por el CEL y Fieldeas. Como en los tiempos del EDI, los cargadores lideran este cambio, con un 42,81% de implantación, y las barreras se repiten: el coste inicial asociado, la integración entre sistemas, la gestión del cambio, la colaboración y la seguridad de los datos.

Los beneficios que el eCMR aporta en sostenibilidad, reducción de costes y relación con clientes están bien identificados. Aunque queda pendiente la armonización internacional de la normativa, sigamos impulsando el camino de la digitalización sin esperar a la obligatoriedad.

Ana González

cel@cel-logistica.org