Se recrudece en Galicia la ‘guerra’ abierta en el transporte por carretera

Una nueva ola de sabotajes en Lugo afecta a 18 camiones, a los que pincharon las ruedas.

Se recrudece en Galicia la ‘guerra’ abierta en el transporte por carretera, que fuentes del sector consultadas por este periódico vinculan a la política de “tirar precios” ante la “excesiva competencia” entre las empresas en un escenario de fuerte caída de la actividad, como consecuencia de la crisis. Cuando no han pasado ni dos meses desde los últimos sabotajes a camiones en Lugo, una nueva cadena de ataques, en la misma provincia, ha hecho encender todas las alarmas.

Los hechos también ocurrieron de madrugada -en la noche del sábado 11 de mayo al domingo 12-, aunque en un escenario distinto. En concreto, en la terminal de mercancías de Lugo, un recinto cerrado y con vigilancia, en el que es la primera vez que se producen incidentes de este tipo, según añadieron los mismos interlocutores, y en una explanada privada, utilizada por las empresas y autónomos para dejar sus vehículos estacionados durante los fines de semana.

Los daños materiales, cuantificados, en una primera estimación, en más de 50.000 euros, afectaron a un total de 18 camiones, que aparecieron con las ruedas pinchadas -algunas presentaban hasta 80 perforaciones-, e, incluso, varios de ellos con las lonas rajadas, la mercancía dañada y las bombonas de suspensión neumática destrozadas. Entre las empresas afectadas por los ataques se encuentran el grupo TT y la multinacional francesa Norbert Dentressangle.

Los dos emplazamientos se encuentran separados por una distancia inferior a los tres kilómetros, por lo que todos los indicios apuntan a que los autores materiales de estos incidentes podrían ser los mismos en ambos casos, según confirmaron a este periódico fuentes policiales, que han abierto una investigación para tratar de esclarecer los hechos. Las autoridades policiales evitaron dar detalles de las pesquisas en las que trabajan y se limitaron a informar que mantienen todas las hipótesis abiertas, así como que ya habían interpuesto denuncia todos los afectados por los sabotajes.

La Xunta, por su parte, también vincula los incidentes a la crisis, que ha provocado que haya una “escasez de cargas en un mercado totalmente liberalizado”, en el que “la competencia es enorme” y tiene como consecuencia “un descenso de las tarifas”. El Ejecutivo, a través de un comunicado, advierte que “estos hechos no contribuyen a mejorar la complicada situación que atraviesa el sector, sino que introduce mayor incertidumbre y pérdidas, lo que complica la supervivencia de las empresas”.

REUNIÓN CON EL SECTOR
La Xunta, que “confía en que este tipo de actos no queden impunes”, tenía previsto convocar al Comité Gallego de Transporte por Carretera para analizar la situación y ver posibles soluciones de forma conjunta”. Al cierre de esta edición, no obstante, no se había puesto aún una fecha a este encuentro, según aseguró a este periódico el presidente de la Federación Gallega de Transporte de Mercancías (Fegatramer), Alfonso Parga, que reiteró se trata de “un problema de orden público y como tal debería tratarse”, tras volver a incidir en que “los ataques a los camiones no son la solución”.

Parga reclamó “mano dura” para frenar este tipo de actuaciones, que “no son nuevas, pero cada vez van a más, posiblemente debido a una guerra de precios entre empresas”. Hay que recordar que estos sabotajes no son nuevos en Galicia, pero en los últimos meses se han producido “episodios graves”, subrayó Parga, como el ataque de marzo, que se cebó especialmente con la empresa familiar Miana Operadores, a la que pincharon 167 ruedas de 10 camiones y 17 semirremolques estacionados en una gasolinera, destrozaron las bombonas de suspensión neumática y perforaron varios depósitos de combustible, lo que provocó un vertido de unos 3.000 litros de gasóleo.

El presidente de la patronal gallega, en este sentido, pidió a los transportistas cuyos vehículos sufran sabotajes que denuncien los hechos para que puedan ser investigados.