La Guardia Civil, que mantiene todas las hipótesis abiertas, cree que es un “incidente aislado” y no ve relación entre los mismos.
La investigación de los recientes ataques a camiones en varios puntos de Galicia continúa sin novedades relevantes. La Guardia Civil, que mantiene todas las hipótesis abiertas, cree que se trata de un “incidente aislado” y no ve ninguna conexión. El sector, por el contrario, asegura que “estos actos vandálicos son habituales en Galicia”
La Guardia Civil continúa la investigación de la reciente cadena de ataques a camiones en varios puntos de Galicia, sin que por el momento se haya producido “ninguna novedad”. Así lo confirmaron a este periódico fuentes de la investigación, que consideran que se trata de un “incidente aislado”. Los mismos interlocutores avanzaron, en este sentido, que los sabotajes se están investigando como “hechos delictivos independientes”.
Los agentes, añadieron, siguen sin ver un nexo de unión entre los distintos ataques y mantienen todas las hipótesis abiertas. El sector, que vincula los sabotajes a la guerra de precios, no comparte la misma opinión. El presidente de la Federación Gallega de Transportes de Mercancías (Fegatramer), Alfonso Parga, reiteró recientemente que “estos actos vandálicos que está sufriendo el sector son habituales en Galicia”, por lo que “no son un hecho aislado”.
Parga, que reclama “mano dura” para frenar estas actuaciones, aseguró que “la violencia no es el camino para solucionar los problemas del sector”. Hay que recordar que los sabotajes a camiones no son nuevos en Galicia, aunque hacía ya casi dos años que no se registraban este tipo de incidentes en esta comunidad autónoma.
Como ya avanzó este periódico, uno de los sabotajes que tuvieron lugar a mediados del pasado mes de marzo se cebó especialmente con la empresa familiar Miana Operadores, a la que pincharon 167 ruedas de 10 camiones y 17 semirremolques estacionados en una gasolinera de Ribadeo (Lugo), destrozaron las bombonas de suspensión neumática y perforaron varios depósitos de combustible, lo que provocó un vertido de unos 3.000 litros de gasóleo. Los daños materiales ocasionados ascendieron a cerca de 200.000 euros. Además, se registraron otros dos ataques más a camiones en otros puntos de Lugo.