Los sindicatos ponen la proa a la paquetera en la refinanciación de su deuda bancaria.
La histórica Transportes Ochoa, cuyas ventas se redujeron un 21 por ciento hasta 2010, ha presentado concurso de acreedores, con un pasivo de 77 millones de euros. La paquetera había alcanzado un acuerdo con los bancos para refinanciar su deuda sin necesidad de acudir al concurso, que ha sido torpedeado por UGT y CC.OO.
La crisis continúa haciendo estragos en el sector y ha tocado de lleno a otra empresa emblemática. La paquetera Transportes Ochoa ha presentado en el Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Zaragoza la solicitud de concurso voluntario de acreedores, con un pasivo de 76,9 millones de euros, de los que 56,5 millones corresponden a deuda con los bancos y el resto a proveedores y trabajadores, según confirmaron a TRANSPORTE XXI responsables de la compañía. La empresa, con unas ventas de 91,64 millones en 2010, tiene una masa activa de 137,6 millones y recursos propios de 60,7 millones.
El concurso de la tercera paquetera española, por detrás de Azkar y DHL Express, se produce en pleno proceso de reestructuración de la empresa, que pasaba por el adelgazamiento de su plantilla y el cierre de varias delegaciones para hacer frente a la fuerte caída de la actividad y de las ventas en el marco de la actual coyuntura económica, como ya adelantó su vicepresidente y consejero delegado, Miguel Ángel Ochoa, en una reciente entrevista a este periódico.
En concreto, las ventas de Ochoa cayeron un 21,3 por ciento en el período 2006-10. Desde finales de 2011, la empresa con sede en Zaragoza negociaba con los representantes de los trabajadores un ERE de extinción que afectaba a 200 empleados –casi la cuarta parte de la plantilla, aproximadamente-, así como la reducción de jornadas y salarios, entorno a un 10 por ciento, hasta el 31 de diciembre del próximo año. Este expediente fue autorizado por la Dirección General de Empleo y Seguridad Social el pasado 29 de marzo.
Al mismo tiempo, Transportes Ochoa mantenía conversaciones con el ‘pool’ de bancos para negociar la refinanciación de la deuda a largo plazo y el restablecimiento de las líneas de crédito, que fueron cerradas en abril. Los bancos sólo pusieron como condición que la empresa alcanzara un acuerdo con los representantes de los trabajadores para obtener del Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) el pago de las indemnizaciones derivadas de las bajas de personal autorizadas por el citado ERE. Sin embargo, los mismos interlocutores señalaron que no fue posible obtener el respaldo de la totalidad de los trabajadores ni de las centrales sindicales CC.OO. y UGT, que no retiraron sus respectivos recursos al ERE, imposibilitando así la necesaria financiación del Fogasa para la posterior restructuración de la deuda con los bancos.
Esta situación ha abocado, finalmente, a la paquetera a declararse insolvente y a pedir la tutela judicial. En el recurso presentado ante el juzgado se propone un plan de viabilidad para conseguir la continuidad de la compañía. En los últimos años, la empresa ha realizado un esfuerzo inversor de 120 millones en infraestructuras y nuevas instalacioines para consolidar y desarrollar su red de transporte y logística. Tras la presentación de la solicitud del concurso voluntario, Transportes Ochoa subrayó en un comunicado que “se han producido conflictos laborales de carácter irregular en una serie de centros de trabajo de la red nacional, todo ello sin el preaviso legal establecido, que impiden a la paquetera prestar sus servicios con plena normalidad”.