A expensas de la integración de TNT, decide concentrar actividad en la nave de Coslada.
UPS ultima la venta de las instalaciones de su centro de trabajo de Vallecas, así como la subrogación de los contratos de los 75 trabajadores que todavía continúan adscritos al mismo. La multinacional paquetera pretende de esta manera concentrar toda su actividad en la región en sus instalaciones de Coslada (Madrid).
UPS está acelerando las negociaciones para la venta de las instalaciones de su centro de trabajo en el barrio madrileño de Vallecas, en el marco de una operación que conllevará también la subrogación de los contratos de los 75 trabajadores que continúan a fecha de hoy adscritos al mismo, según ha podido conocer este periódico de fuentes solventes. La operación, que se encuentra en estos momentos en una fase muy avanzada, tiene como principal candidato a la compra al grupo empresarial navarro Integración de Servicios Nuevos (ISN), especializado en operaciones de outsourcing industrial y de servicios, siempre según las mencionadas fuentes.
Todo apunta a que la compra de los activos de UPS en Vallecas se cerraría en favor de Integración de Logística Complementaria (ILC), filial del grupo ISN. ILC es una empresa joven, fundada en diciembre de 2010, y cuyo objeto social es “el almacenamiento, custodia, fabricación, compraventa, importación y exportación de bienes muebles, mercaderías y productos de uso y consumo relativos a las industrias de automoción y línea blanca”. ISN, presidido por Fermín Elizalde, es un grupo empresarial integrado por cerca de 40 sociedades y que cuenta con más de 2.500 trabajadores en plantilla.
El grupo desarrolla actualmente actividad en España, México y Portugal, pero cuenta con planes de expansión, puesto que suministra productos y servicios a más de 40 países. El centro de trabajo de UPS en Vallecas lleva en el punto de mira de la multinacional paquetera desde el año 2008. La compañía decidió entonces concentrar toda su actividad en la región en sus instalaciones de Coslada (Madrid), pero se encontró con la oposición de la mayoría de los trabajadores del centro.
Además, UPS recibió los reveses de la Autoridad Laboral, tanto estatal como autonómica, que rechazaron sucesivos expedientes de regulación de empleo (ERE) presentados por la multinacional para liquidar el centro de Vallecas.
La compañía paquetera considera que el descenso en el volumen total de actividad a causa de la crisis, principalmente en el plano doméstico que es al que se dedica el centro de Vallecas, justifica la necesidad de su cierre. UPS alegó en su día que el centro pasó a mover un 70 por ciento menos de volumen medio diario de 2008 a 2010, por lo que considera que esta actividad es asumible por el centro de Coslada.